21 de septiembre de 2010

Cicatrices en el alma


Un amigo me decía, hablándome de un accidente automovilístico que tuvo: “no sólo tengo cicatrices en el cuerpo… también tengo cicatrices en el alma”.
Yo también tengo cicatrices en el alma aunque no tuve ningún accidente automovilístico.
Podría buscar a los culpables pero para qué, ya está.
El tema es cómo seguir viviendo sin que estas cicatrices afecten mi transcurrir diario.
El tema es darme cuenta en qué medida estas cicatrices afectan mi vida aún cuando creí que las lesiones recibidas ya eran un tema del pasado.
El tema es entender que quienes provocaron las lesiones ni siquiera tienen control sobre sus propias vidas y sobre todo no tengo que dejar que su descontrol me afecte.
Supongo que las cicatrices de mi amigo no sólo fueron causadas por el accidente.

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