“piano piano si va lontano”

Siempre se tienen 20 años en un rincón del corazón", ¿y en el otro, qué tenemos? La experiencia.

La vida me ha hecho un regalo, durante un lapso no mayor a una hora me dejó regresar a mis 20 años, pero después la experiencia me dijo: todo bien, pero ahora volvamos a la realidad que hay que seguir viviendo.

Podría buscar un culpable y echarle la culpa de lo que le corresponde y de lo que no le corresponde también, así me quedo engañadamente contenta.

Pero no, no puedo engañarme a mi misma (aunque sé de gente que lo hace tan maravillosamente que hasta pretende engañar a los demás con sus fantasías.)

La experiencia es la mala de la película, la que te baja a la realidad y te recuerda las consecuencias de tus actos.

También he oído por ahí decir “quisiera tener 20 años pero con la experiencia que tengo ahora”.

mmmm, no, yo no.

No quisiera volver a tener 20 años, no quisiera volver a pasar por todo lo que pasé de nuevo, ni con ni sin experiencia, ni quisiera haber tenido a los 20 años la posibilidad de ver a los demás como los veo hoy.

Después de este breve regalo de volver a disfrutar de mis 20 años por una hora me cayó un piano encima.

Seguro que me lo tiró la experiencia, esa bruja.

Compañera

Un amigo me dice lo que cambió mi compañera y me cuenta… yo escucho y veo a la misma persona que conocí a los 14 años, la misma con la que compartí salidas y travesuras, la misma que dejé de ver cuando la vida nos llevó por delante.

Creo que la gente no cambia, lo que cambia son las modas, los usos y costumbres. Encontrarse con una persona con la que compartimos nuestra vida cuando recién empezábamos a descubrir el mundo es encontrarse con la esencia de esa persona, encontrarse con el ser puro antes de que construyera a su alrededor las murallas que protegen su intimidad.

Teníamos intereses muy distintos, ella quería casarse, yo quería escapar.

Hoy no puedo decir que me escapo de ella pero la encontré en un momento muy complicado de mi vida y la sola idea de tener que explicarle lo complicado del momento hizo que me cuestionara mi permanencia en un lugar que no me pertenecía.

Casi podría decir que si bien no tuvo que ver con el abandono de usos que no me correspondían, estuvo presente recordándome que estaba pisando en falso, y aunque ni remotamente supone la importancia que tuvo y tiene su reaparición en mi vida, le estoy agradecida.

Todavía no me animo a darle las explicaciones que quizá ni sospecha que existen para haberme encerrado en mi mutismo cuando apareció. Estoy esperando que llegue el momento (si llega).

El complejo de Patito Feo

Mi título de doctora en supervivencia me autoriza a hablar del “complejo de Patito Feo” que he tenido la desgracia de padecer.

Con sorpresa, y una vez más gracias a la mega red social de facebook, (que tiene muchas virtudes pero también es de temer), me vengo a enterar de cómo me veían, pero mi complejo de patito feo distorsionaba mi percepción de la realidad e influía negativamente en el desarrollo de mi vida.

No soy, como digo siempre, ni la primera ni la única que tiene en su haber este pesado complejo, por suerte ya ampliamente superado.

Por supuesto la responsable de este complejo es la pata:

“La Señora Pata se moría de vergüenza por haber tenido un patito tan feísimo y le apartó con el ala mientras prestaba atención a los otros patitos”.

La señora pata se moría de vergüenza pensando en lo que había tenido que aguantar para conseguir su capricho y encima ahí estaba el producto de su vergüenza, pero prefirió mirar para otro lado.

El pobre patito terminó descubriendo que su sospecha de niño adoptado era mucho más cruel que lo que imaginaba, pero bueno, tampoco se trata de perseguir al culpable y menos en la época que le tocó vivir donde todavía reina la mentira.

La pata de tanto ocultar y negar está psicótica y el patito por fin es feliz.

Especialidad: anestesista

Yo no presto mucha atención a los títulos, sobre todo sabiendo cómo se consiguen los títulos en nuestro país, pero sí presto atención al nombre que uno elige para andar por la vida.

Siempre recuerdo la pescadería “Spina” y podría nombrar miles de ejemplos, prefiero nombrar el primer recuerdo que me viene a la memoria.

Cuando fui a dar a luz a mi bebé en una cesárea programada, las personas que más me interesaron del grupo de profesionales que me atendió fueron la obstetra y el anestesista: la obstetra porque se iba a hacer cargo de mi bebé y el anestesista porque se iba a hacer  cargo de mi.

El anestesista se ocupó de que yo no sienta lo que me estaban haciendo, me vigilaba y me daba confianza con su mirada, pero yo estaba atada a la camilla y todo el tiempo estuve tratando de soltarme hasta que el anestesista decidió junto con la obstetra, dormirme 5 minutos para que me quede quieta y poder retirar de mi cuerpo a mi bebé.

El anestesista nos duerme, nos pone inconscientes, tiene en sus manos nuestra voluntad.

Ojo con los anestesistas.

Vamos a brillar mi amor!!!

La Bestia Pop

Los Redonditos de Ricota

Mi héroe es la gran bestia pop
que enciende en sueños la vigilia
y antes que cuente diez dormirá

A brillar mi amor
vamos a brillar mi amor
a brillar mi amor
vamos a brillar mi amor

Mi amigo esta grogui sin destilar
pero yo se que hay caballos
que se mueren potros sin galopar

A brillar mi amor
vamos a brillar mi amor
a brillar mi amor
vamos a brillar mi amor

Voy a bailar el rock del rico Luna Park
que con mi alas la puta cae brillar
como mi heroe la gran bestia pop

A brillar mi amor
vamos a brillar mi amor
a brillar mi amor
vamos a brillar mi amor

Mi heroe es la gran bestia pop
que enciende en sueños la vigilia
y antes que cuente diez dormirá

A brillar mi amor
vamos a brillar mi amor
a brillar mi amor
vamos a brillar mi amor.

La magia

Cómo es posible que vivamos en un planeta lleno de magia entre políticos, abogados, científicos, que se ocupan sistemáticamente de hacer que la magia desparezca, o peor, personas de carne y hueso que tratan de utilizar lo que ellos no ven como magia como la oportunidad de sacar un beneficio.

Pero la magia sigue estando ahí, indiferente a nuestras elucubraciones, nuestras distracciones, nuestros temores. Y de pronto aparece con su irrebatible autoridad.

Entonces dudamos de nuestra cordura, o vemos como se derrumban todas nuestras defensas, nuestros planes, nuestro futuro que creíamos tener controlado e intentamos escaparnos, buscar una explicación acatando las especulaciones de quienes no creen en la magia.

Pero estamos mucho mejor siendo victimas de la magia que de quienes intentan explicarla.

Y no faltan los que nos dicen que llamamos magia a esa parte que no podemos explicar, como si ellos pudieran explicarlo todo.

Seguramente también forman parte de la magia los detractores de la magia.

Berenjenita Conchetísima.

Tenía en mi adolescencia una amiga con la que pasaba los veranos en la costa, la recuerdo con cariño, la encontré en facebook “el conventillo virtual” pero todavía no encontramos la forma de comunicarnos. Quizá nunca nos comunicamos, quizá sólo pasábamos las horas escuchando a los Beatles, escapando mentalmente del desastre que eran nuestras respectivas familias.

En aquella época  tenía una rara costumbre, cuando se presentaba decía “yo soy amiga de Berenjenita Conchetísima” para ella esa era la mejor carta de presentación, la que la dejaba parada en lo más alto de la escala social.

Yo no tenía carta de presentación, con sólo abrir la boca me salía un acento entre boliviano y chileno producto de mi convivencia en el colegio con una boliviana y una chilena, que provocaba la invariable pregunta: “¿de dónde sos?”

Difícil la respuesta, por lo general me enredaba en un mar de explicaciones que no quería dar.

Quizá hubiera sido bueno tener una Berenjenita Conchetísima a donde querer llegar. Yo sólo quería escapar.

Época

Me parece apasionante la época en la que estoy viviendo, de más chica sentía que estaba fuera de época, que mucha gente de mi edad era completamente anticuada, que vivía con medio siglo de retraso. Después de los 30 años empecé a sentir que algunos estaban transitando por el mismo momento que yo, personajes públicos por lo general porque uno se entera qué es de su vida, pero eran contados con los dedos de una mano…

Hoy me siento a gusto en mi época, quizá sea porque ya soy una persona madura y con madura no me refiero a la edad (sé de viejos que nunca maduraron).

Y si, ni loca volvería ni a mis 15 ni a mis 30, ni aún con las ventajas físicas que esas edades representan.

Sinceridad.

Está claro que en nuestra cotidianeidad no nos vemos ni tan lindos, ni tan armónicos como nos vemos en las fotos.

Antes las fotos pasaban por un proceso de revelado, en mi caso llevar a revelar el rollo y luego ir a buscarlo para llevarme la sorpresa del resultado. Ahora no, ahora las veo en la misma cámara y las voy desechando antes siquiera de subirlas a la computadora.

Cuando una foto llega al programa de la computadora puede sufrir varios arreglos: luz, contraste, ojos rojos, en el mejor de los casos, en el peor rebanadas de kilos, granos, canas… conozco todos los casos.

En mi caso no agrego ni quito, pero ciertamente elijo la que va a quedar aunque las otras, las que van directo al tacho también me reflejan.

Así que en la cápsula del futuro nos veremos todos hermosos e ideales y la gente del futuro pensará ¡qué fauna de hipócritas!

Me permito hacer un poco de futurología: creo que en doscientos años seremos un poco más sinceros que ahora, ahora recién estamos empezando a decir la verdad.

Me he puesto a ver la cápsula de María Kodama, la recomiendo:

http://www.capsula2210.com/entrevista/1980-Maria-Kodama/

La cápsula del tiempo

Me encanta la idea de la cápsula del tiempo porque es tan incierto cómo va a ser Buenos Aires dentro de 200 años, si aun existe, si aún existimos sobre la tierra, si la encuentran o se les perdió como todo… en fin, me encanta.

Hoy conversaba con un amigo sobre lo neurótica que es la generación que nos incluye, donde nos educaron para vivir en un mundo y cuando crecimos tenemos que vivir en otro.

Bueno, peor están los que permanecieron (y todavía algunos permanecen) en el engaño y la mentira tratando de imponer en su imaginación los preceptos con los que se criaron.

Hablábamos de la diferencia entre elegir con el corazón y elegir por obligación: la obligación incluye la tradición, la educación, la cultura…

Luego aparecerá algún extremadamente tonto para elaborar una definición sobre 2010.

No. Eso ocurre ahora. No sé como será en el 2210. ¡me encanta!!!

Dejo el enlace por si se quieren anotar.

http://www.capsula2210.com

CAT - DOG - SOL - LUZ - UFA - FIN

Haciendo la tarea de geometría con mi nena, le explicaba los triángulos:

“por ejemplo el triángulo PÎN”  dije,  para no poner el aburridísimo ABC.

Después mi nena me comenta que la seño le dice “¡los nombres que le ponés a los triángulos!”

Entonces miro en su carpeta de geometría los nombres de los triángulos:

CAT - DOG - SOL  - LUZ - UFA - FIN

IRRESPONSABILIDAD

Hoy escuché en la radio un comentario a raíz del edificio que se derrumbó a causa de una obra en construcción irresponsable vecina:

“¿te acordás cuando se caían los balcones?”

¡genial! Ahora se caen los edificios completos!

Bueno, no es el primero ni va a ser el último porque todavía se están pasando la pelota de la responsabilidad.

Por lo menos en eso estamos primeros:

En irresponsables.

Nadie mejor que un argentino para no hacerse cargo de nada, y por supuesto tampoco asumir las consecuencias que el acto irresponsable pueda traer, total, seguro que alguien va a organizar un piquete para reclamar ¡justicia!

Porai consigo un choripán. Tengo hambre. Ya voy.

PRESENTACION POWER POINT

El complejo de Faetón o una trágica utopía adolescente.

Faetón hijo de Helios el sol, siendo cuestionado por un amigo acerca de su padre,

ya que su madre tenía una nueva pareja, fue a su casa dispuesto a averiguar la verdad.

Helios, para probarle su amor paternal, le prometió que cumpliría cualquier deseo que expresara.

Faetón impulsado por la ambición de demostrar, no sólo a su amigo sino a todo el universo su orgullo, le pidió prestado su carro tirado por caballos con el cual el sol hacía su recorrido diario.

Helios se espantó: Faetón no podría con el carro, era peligroso, los caballos eran difíciles de gobernar, necesitaba experiencia, le daría vértigo.

Helios trataba de demostrar a su hijo que su preocupación y su temor eran la prueba más genuina de su paternidad, pero Faetón no lo entendía así, para él, el préstamo del carro era la demostración acabada de su confianza hacia un ser de su misma sangre.

Helios se atormentaba, había dado su palabra y no podía echarse atrás. Por lo tanto accedió a prestarle el carro tras hacerle mil recomendaciones, trató de asustarlo, que se diera cuenta de que no tenía la edad ni la experiencia suficientes, que el recorrido no era para nada placentero. Todo fue inútil, allá se fue Faetón con su porfía adolescente y el carro de papá.

Faetón montó en el carro y al instante quedó fascinado por su magnificencia, la excelencia de los detalles, el lujo de su interior.

Ya desde el vamos empezaron las dificultades, los caballos no percibían al jinete porque era demasiado liviano y creyeron que el carro iba vacío, si normalmente eran impetuosos y difíciles de gobernar, esta circunstancia los volvía imposibles.

El carro se dirigió a toda velocidad hacia las alturas y la vista de la tierra allá abajo tan lejos, sacudió el espíritu de Faetón, sintió frío; pero inmediatamente ve abrasarse las estrellas, evaporarse las nubes e involuntariamente suelta el freno, éste golpea la grupa de los caballos que se enardecen aún más. El carro cambia de dirección y se dirige a la tierra, las llamas comienzan a devorar las cumbres más altas, siguen con los valles, ciudades, campos, los ríos se secan y los mares hierven, mueren los peces, la Tierra levanta desesperada su cara al cielo y suplica a Zeus que la mate él antes que este adolescente inconsciente.

Faetón está paralizado, no puede creer lo que está viviendo, no puede creer ser el protagonista de semejante desastre, algo le dice que no hay retorno para él siendo mortal pero no termina de entenderlo. Sólo atina a sostenerse dentro del carro que se sacude incontrolable.

Zeus, desde el monte Olimpo no tembló al arrojar su rayo poderoso directamente al jinete, haciéndolo caer.

(dedicado as "autoridades" que tienen el poder)

Falso Eje

Tengo en mi blog anterior un texto copiado de un oriental, que se llama “falso eje”.

Cuando hacía danza clásica, la profesora siempre decía: tenés que estar siempre sobre tu eje, nunca pierdas tu eje. Esa fue la mejor lección.

No voy a copiar el texto entero, sólo el título:

Al aparecer la verdad, la mentira y lo falso desaparece.

La cuestión está en ver cuál es la verdad, a veces hay muchos “factores distractores” que van tras su propios intereses y no los nuestros.

Jugo de tomate frío

Ayer escuché un consejo para mantener la fuerza interior ante los ataques.

“Ante el ataque, aférrate a un recuerdo hermoso, pero tiene que ser un recuerdo hermoso imposible de ser superado por otro, tiene que ser el recuerdo más hermoso que tienes, podrás enfrentar cualquier ataque si te aferras a un recuerdo hermoso”.

Busqué sin dificultad mi recuerdo más hermoso, aún no he tenido oportunidad de probar la fórmula pero la verdad es que tampoco la espero, porque la magia de ese recuerdo hermoso en seguida me dio la fuerza de lo imbatible.

La magia está en la elección del recuerdo.

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Los recuerdos son momentos

Los recuerdos se guardan en la memoria, ni en papel, ni en un cajón, ni en un cuarto de la casa.

Mis mejores recuerdos no están materialmente en ningún lado, no hubo una cámara de fotos para detener ese momento sobre un papel y convertirlo en una imagen y no hubiera sido apropiado interrumpir el momento para fotografiarlo, ni para labrar un acta.

Los llevo conmigo, viven conmigo y morirán conmigo.

Recuerdo a un amigo cantando los versos “jugo de tomate frío, en las venas, en las venas deberás tener” seguramente él ni siquiera recuerde ese momento.

Mucho tiempo después conocí a Manal y la canción: y pensé: “ahhhhhhhhhhhhhhh!”

No tengo guardado esto en ninguna parte más que en mi memoria.

Amor

Para mí el amor es sin duda el que siento por mi hija.

Hoy una amiga me envió un texto: “primer amor”; luego leí otro texto sobre el amor de Osho.

Podría decir que los dos textos se refieren al amor desde distintos lugares: el primero, lo he sentido, el segundo lo siento.

Creo que en la diferencia de tiempo verbal está la diferencia entre perecedero y permanente, pero que en ambos textos se trata de amor

Siempre digo que yo no soy la persona indicada para hablar de amor. ¿Por qué? ¿Acaso hay alguien más indicado que yo?

No es un tema que me interese, como tantos temas que no me interesan como el fútbol, pero es un tema sobre el que todos opinan como el fútbol.

Qué es lo que hace que en algunos temas todos nos sintamos autorizados a opinar aún sabiendo que no es nuestro tema?