29 de julio de 2010

Favaloro


Vuelvo al tema de la salud porque es un tema recurrente en mi vida.

Hace unos años, los médicos eran respetados como seres con una sabiduría suprema y una podía quedarse tranquila después de consultar al médico: lo que nos decía era la justa.

Con los años y consultando periódicamente al médico y no un médico fijo porque dependiendo del “centro de turno” una consultaba lo que había y a la vez creciendo en edad me fui dando cuenta de que “los médicos” no eran ni tan sabios, ni tan buena gente, ni tan reverenciables como creí en mis primeros años.

Más bien, y estoy segura porque a medida que fui aumentando en años también lo fui haciendo en experiencia, vi que eran simples mortales sujetos a ambiciones, pasiones, complejos varios como el resto de sus congéneres.

Y entre la gran masa de mortales en la que se inscriben, no faltan los completamente idiotas útiles, los manejados, los buena gente, los eficientes…

El punto final (para mi) lo puso Favaloro con su acción drástica y definitiva.

Como hace poco se conmemoró el 10º aniversario de su desaparición, le dedico este post recordando sus palabras:

“LA MEDICINA SIN EL HUMANISMO MEDICO, NO MERECE SER EJERCIDA”

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